Material de lectura sobre cómo mejorar la comunicación con el paciente
Varios factores demográficos, obstétricos y psicosociales desempeñan un papel importante a la hora de influir en el bienestar emocional de las mujeres embarazadas. Las investigaciones indican que factores como la edad materna joven [14], el bajo nivel educativo [15], la soltería, los altos niveles de estrés vital [16], las dificultades financieras [17, 18], los embarazos previos o abortos espontáneos [15], los embarazos no deseados [16] y problemas de salud mental [19], la falta de apoyo de la pareja, la familia extendida y los amigos [16] puede contribuir a la angustia emocional durante el embarazo.
El propio embarazo provoca cambios sustanciales en el estado psicológico de la mujer. A menudo se caracteriza por sentimientos de ambivalencia, frecuentes cambios de humor y una variedad de emociones que incluyen ansiedad, fatiga, excitación y, a veces, reacciones depresivas. Estos cambios se extienden a la imagen corporal, la expresión emocional y la sexualidad, transformando el rol y la percepción de la mujer.
Las mujeres embarazadas suelen experimentar preocupaciones e inquietudes durante el embarazo, a pesar de verlo como un acontecimiento positivo en la vida. Estas preocupaciones abarcan varios aspectos, incluidas las preocupaciones sobre la salud del bebé, cuestiones financieras y el proceso del parto en sí. Estas preocupaciones pueden surgir antes del parto, al mismo tiempo que otras preocupaciones generales, o incluso después del parto, centrándose en el bienestar y el desarrollo del bebé. Estas preocupaciones anticipadas, concurrentes y posparto impactan significativamente el funcionamiento emocional materno durante el embarazo y más allá.
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