Material de lectura sobre cómo mejorar el análisis y la terapia del movimiento

¿QUÉ ES EL NÚCLEO?

La estabilidad central abarca el complejo lumbopélvico y se refiere a la capacidad de mantener el equilibrio de la columna dentro de sus límites fisiológicos preservando al mismo tiempo la integridad estructural. Varios autores han propuesto una perspectiva más funcional para describir el core como la base de la cadena cinética responsable de facilitar la transferencia de torque e impulso entre las extremidades inferiores y superiores para las tareas motoras gruesas de la vida diaria, el ejercicio y el deporte. La estabilidad central requiere cambios instantáneos por parte del sistema nervioso central para provocar combinaciones e intensidades apropiadas de reclutamiento muscular para la rigidez (es decir, estabilidad), así como las demandas de movilidad del sistema. La estabilidad central requiere la actividad del sistema nervioso central (SNC) para desencadenar la combinación e intensidad adecuadas del reclutamiento muscular para la estabilidad y la movilidad.

ANATOMÍA FUNCIONAL DEL NÚCLEO

La estabilidad central implica un cilindro muscular que consta del transverso del abdomen (TVA) y los músculos abdominales internos en la parte delantera, el músculo multífido y las fibras traseras del músculo psoas mayor en la parte posterior, el diafragma en la parte superior y los músculos del suelo pélvico en la parte inferior. . Estos músculos están anclados a la fascia toraco-lumbar y a la zona de la columna, creando lo que se conoce como cadena cinemática. Uno de los parámetros que influyen en la mecánica y la rigidez de la columna es la presión intraabdominal (PIA).

La presión intraabdominal aumenta mediante la tensión de la fascia toracolumbar y la contracción de músculos como el transverso del abdomen y el multífido.

La mayor tensión de la fascia toracolumbar y la presión intraabdominal resultante, que se deriva de la contracción muscular, también desempeñan un papel en el soporte de cada vértebra espinal dentro de la región.

El complejo lumbopélvico-cadera, a menudo denominado “núcleo”, está formado por las vértebras lumbares, la pelvis, las articulaciones de la cadera y estructuras tanto activas como pasivas que permiten o restringen el movimiento en estos segmentos. La estabilidad de cualquier sistema se refiere a su capacidad para limitar el desplazamiento y preservar la integridad estructural. Por lo tanto, la estabilidad del núcleo puede definirse como la capacidad del complejo lumbo-pélvico-cadera para evitar que la columna vertebral se doble y restaurarla al equilibrio después de perturbaciones.

La cadena cinemática de estabilidad central, que incluye la cresta ilíaca, el tronco y la cintura pélvica, es responsable del control postural, el control general del movimiento, así como de la distribución y transferencia de fuerzas en la zona de las extremidades inferiores. El modelo de Panjabi aclara los mecanismos de estabilización central, que consta de tres subsistemas interconectados: pasivo (estructuras óseas y articulares), activo (músculos) y el componente neural (control muscular). Mantener la estabilidad requiere una interacción continua entre los tres subsistemas.

Hodges y Richardson han descrito un mecanismo de “feedforward”, lo que significa que los músculos profundos se activan antes de los movimientos de las extremidades superiores o inferiores. Esta activación temprana asegura la estabilidad del tronco durante estos movimientos. El proceso de “alimentación anticipada” implica reclutar músculos profundos para apoyar el movimiento general, permitiendo movimientos suaves y no compensados. En personas sanas, el transverso del abdomen y el multífido se contraen antes de que se muevan los hombros o las piernas, estabilizando la columna lumbar.

El movimiento funcional se define como la capacidad de mantener el equilibrio, la movilidad y la estabilidad a lo largo de la cadena cinemática. El movimiento funcional integral es un modelo de precisión y eficiencia. Los déficits en el control postural, la alteración del equilibrio, la propiocepción alterada y el control motor ineficiente contribuyen al dolor, la disfunción y los patrones de movimiento incorrectos.

Los resultados de la investigación indican que una estabilización central débil puede aumentar el riesgo de lesiones en las extremidades en personas físicamente activas. Muchos autores describen varias clasificaciones de la estabilidad central en la estabilización dinámica. Estos incluyen estabilizadores locales (músculos profundos de una sola articulación) y movilizadores globales (músculos superficiales de múltiples articulaciones). Gibbons y Camerford propusieron un modelo funcional que dividía aún más los músculos globales en estabilizadores y movilizadores. Por otro lado, Behm et al. clasificó los músculos globales en movilizadores y músculos que soportan carga.

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ESTABILIDAD BÁSICA EN LA PREVENCIÓN DE LESIONES TRAUMÁTICAS.

La estabilidad central abarca las estructuras pasivas de la columna toracolumbar y la pelvis, así como la participación activa de los músculos del torso. La estabilidad depende del control neuromuscular del torso en respuesta a fuerzas tanto internas como externas, incluidas las generadas por partes distantes del cuerpo y las alteraciones esperadas o inesperadas. Según la definición general en la literatura de medicina deportiva, la estabilidad constituye la base para el control dinámico del tronco, permitiendo la generación, transferencia y control de la fuerza y ​​el movimiento a segmentos adicionales de la cadena cinética. La estabilidad central es un elemento fundamental en las actividades deportivas regulares, que implica la activación integrada de múltiples segmentos para proporcionar generación de fuerza, estabilidad proximal para la movilidad distal y la creación de momentos interactivos.

Como mencionaron los autores, incluso ligeras alteraciones en la propiocepción y el control neuromuscular central pueden influir en el riesgo de lesiones de las extremidades inferiores en poblaciones activas y en la aparición de dolor lumbar (lumbalgia).

Sin embargo, vale la pena señalar que el concepto de estabilidad central tiene tanto defensores como críticos, y los científicos han expresado diferentes puntos de vista sobre el tema en la literatura existente.

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FDIAGNÓSTICO FUNCIONAL DEL NÚCLEO

El diagnóstico funcional es un área de la fisioterapia que se ocupa de la evaluación del sistema musculoesquelético, incluida la evaluación del reclutamiento, la fuerza y ​​la resistencia de los músculos centrales. Permite identificar disfunciones, trastornos del control neuromuscular y, en base a estos hallazgos, planificar e implementar un programa de fisioterapia para mejorar la función general. Implementar un diagnóstico adecuado es clave para crear un plan terapéutico óptimo.

La forma más sencilla de evaluar la función de los músculos centrales es evaluar la contracción voluntaria del músculo transverso del abdomen. Esto implica palpar el músculo transverso del abdomen en dirección medial y justo debajo de las espinas ilíacas anterosuperiores, justo al lado del músculo recto del abdomen. Esta evaluación se realiza mientras el individuo “inspira” sin respirar profundamente. Este examen inicial ayuda a identificar el reclutamiento y/o la función muscular inadecuados. Además de la palpación, también se utilizan métodos objetivos como la ecografía (USG) para evaluar la contracción muscular. Para evaluar la fuerza y ​​la resistencia de los músculos centrales, se pueden emplear pruebas de diagnóstico como el protocolo de prueba de resistencia muscular de McGill.

La prueba consta de 3 pruebas y los resultados se registran en una hoja de protocolo preparada.

  1. La prueba de resistencia de los flexores del tronco evalúa la resistencia de los músculos abdominales profundos, incluidos el transverso del abdomen, el cuadrado lumbar y el recto del abdomen. También es una prueba isométrica cronometrada que se centra en la contracción estática de estos músculos, que ayudan a estabilizar la columna, y continúa hasta que se produce fatiga o movimientos compensatorios significativos del torso (foto 1).
  2. La prueba de resistencia lateral del tronco mide la resistencia de los músculos laterales, incluidos el transverso del abdomen, los oblicuos, el cuadrado lumbar y el erector de la columna. Esta prueba cronometrada implica contracciones estáticas e isométricas de los músculos laterales de ambos lados del torso para estabilizar la columna. La prueba se realiza con el participante acostado de lado, levantando la cadera y apoyando el peso del cuerpo en el codo y los pies. Esta prueba se realiza para ambos lados del cuerpo (foto 2).
  3. La prueba de resistencia del extensor del tronco evalúa la resistencia de los músculos responsables de extender el torso, incluidos los músculos erector de la columna, dorsal ancho, iliocostal y multífido. Es una prueba isométrica cronometrada que implica una contracción estática de estos músculos extensores, que estabilizan la columna. La prueba se realiza con el participante acostado boca abajo, con las caderas y la parte superior del torso extendidas sobre el borde de una mesa, mientras las extremidades inferiores están estabilizadas (foto 3).

foto 1

foto 2

foto 3

Los resultados obtenidos de las pruebas, que se miden en segundos, se ingresan en una hoja de protocolo de estudio preparada y luego se someten a análisis.

Batería de pruebas de resistencia muscular del torso de McGill: hoja de registro

Prueba de resistencia de los flexores del troncoTiempo de finalización: _______________
Prueba de resistencia lateral del troncoTiempo del lado derecho hasta su finalización: ___________ Tiempo del lado izquierdo hasta su finalización:___________
Prueba de resistencia de los extensores del troncoTiempo de finalización: _______________
Relación de comparaciónCriterios para una buena relación entre los músculos
Flexión: extensiónRelación inferior a 1,0
Puente del lado derecho: puente del lado izquierdoLas puntuaciones no deben ser superiores a 0,05 de una puntuación equilibrada de 1,0.
Puente lateral (cada lado): extensiónRelación inferior a 0,75
Relación flexión:extensión: ________________Calificación: q Buena q Mala
Relación puente del lado derecho:puente del lado izquierdo: _________Clasificación: q Bueno q Malo
Puente lateral (cada lado): relación de extensión: _________Calificación: q Buena q Mala

https://docs.google.com/document/d/1iiVclYqIraPJsKZfOpvW_As0uD4vftkJg0Dm-qvgGnA/edit?usp=sharing

CAPACITACIÓN

Tras realizar las pruebas de diagnóstico funcional, como el protocolo de McGill, y analizar los resultados, se puede planificar un programa de entrenamiento o fisioterapia. La intervención debe adaptarse individualmente al nivel de condición física del deportista. Para aumentar la intensidad de los ejercicios se debe aplicar un entrenamiento progresivo. Esto incluye movimientos de la parte superior del cuerpo, ejercicios de respiración diafragmática, superficies inestables y entrenamiento funcional específico del deporte. Los ejercicios progresivos mejoran el reclutamiento muscular y tienen un impacto positivo en el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones.

El entrenamiento de los músculos centrales es una parte integral de la fisioterapia y constituye la base para un movimiento corporal saludable. Las disfunciones en la estabilidad central pueden provocar un aumento de las fuerzas sobre la columna y el desarrollo de compensaciones en las partes distales del cuerpo. Esto, a su vez, puede provocar sobrecargas de la columna y movimientos biomecánicamente ineficientes, lo que lleva a una función general reducida.

El entrenamiento de estabilidad central implica ejercicios para el corsé muscular que rodea el torso y el complejo lumbopélvico. Su objetivo principal es proporcionar estabilidad y protección a la columna durante diversos movimientos, desde actividades cotidianas hasta movimientos complejos en los deportes.

Esto está vinculado a su función, que incluye:

  • Reducir las fuerzas que actúan sobre la columna.
  • Facilitando la adecuada y más eficiente transferencia de fuerzas de la parte inferior del cuerpo a la superior, y viceversa.

La estabilidad del núcleo de resistencia es un elemento vital para prevenir lesiones traumáticas y dolor lumbar (LBP), así como para mejorar el rendimiento deportivo. La prevención de lesiones está relacionada con una mejor estabilidad de la columna durante el movimiento y la capacidad de realizar patrones de movimiento fisiológicos sin compensaciones patológicas. Para lograr movilidad en las articulaciones periféricas es necesario establecer previamente la estabilidad proximal. Un aspecto esencial del entrenamiento es la respiración diafragmática controlada y adecuada, que determina la tensión correcta de los músculos profundos.

El entrenamiento de los músculos centrales, como cualquier otro entrenamiento muscular, debe ser progresivo, lo que significa que la carga de entrenamiento debe aumentarse gradualmente. Es importante recordar que un progreso demasiado rápido puede llevar a patrones de ejercicio o movimientos compensatorios incorrectos.

Los ejercicios básicos pueden incluir: perro pájaro, plancha lateral, abdominales McGill, sujeción del puente de glúteos y press Pallof con una banda de resistencia.

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