Material de lectura sobre cómo mejorar el análisis y la terapia del movimiento

En el análisis, evaluación y programación del proceso de rehabilitación es importante tener en cuenta los cambios fisiológicos asociados al cambio de apariencia, alineación de las extremidades inferiores (más noticias en el libro electrónico).


En los adultos, las anomalías y las quejas de dolor en los pies son un problema común. Las quejas de dolor en el pie, según la literatura, se observan en el 13%-36% de los sujetos. Se observan con mayor frecuencia en mujeres y en personas obesas (IMC > 30,0 kg/m²). Estas quejas tienden a aumentar con la edad. En dos grandes estudios de cohorte realizados en personas caucásicas, las quejas de dolor ocurrieron entre el 13% (Estudio de 1000 mujeres de Chingford) y el 36% (Proyecto de osteoartritis del condado de Johnston). Los últimos estudios compararon la frecuencia de las quejas de dolor que ocurren en individuos caucásicos en comparación con los afroamericanos. La prevalencia en estos grupos fue comparable (35% a 36%, respectivamente). Las quejas de dolor menos frecuentes se observaron en los asiáticos.

Las anomalías más comunes del antepié incluyen hallux valgus, dedo rígido, dedo en martillo y callos. Su incidencia, según la literatura, es secuencial: 23% (y aumenta con la edad, después de 65 años 35,7%), dedo en martillo 8,9%, dedo rígido doloroso (se cree que afecta al 1% de las personas mayores de 30 años). Los estudios indican que la presencia de estas anomalías puede afectar: ​​la calidad de vida, puede asociarse con dolor, reducción de la calidad funcional y puede crear dificultades para seleccionar calzado cómodo. Otra disfunción igualmente común en el pie es el pie plano. Salinas-Torres, VM et al. (2023) realizaron una revisión sistemática de la literatura sobre la incidencia del pie plano. Analizaron 12 publicaciones incluyendo 2509 casos de pie plano en su evaluación. Los resultados de su estudio indican que el pie plano es más común entre individuos masculinos, de edades más jóvenes (3-5 años, 11-17 años), de raza asiática y obesos. El género femenino y la raza blanca están menos asociados con el pie plano. La literatura indica que una de las lesiones de tobillo más comunes es la lesión por torsión de inversión de la articulación del tobillo. Se estima que una de cada 1.000 personas sufre un esguince o luxación de tobillo al día, y alrededor del 6% de los jóvenes deportistas representantes.

En la práctica clínica, el estándar de oro para diagnosticar disfunciones en el pie y las extremidades inferiores es la radiografía. En la práctica de fisioterapia, se pueden utilizar podoscopios para evaluar la forma de la planta del pie. Tras el examen se obtiene información sobre: ​​el largo y ancho del pie, la calidad de los arcos longitudinal y transversal, la alineación del dedo y del quinto dedo. Para complementar el estudio de la alineación del pie, vale la pena utilizar la prueba del índice de postura del pie (FPI), ampliamente utilizada y altamente confiable. Esta prueba es sencilla y rápida de realizar y no requiere ningún equipo adicional. Esta prueba evalúa la alineación de seis elementos (palpación de la cabeza del hueso del tobillo, curvas por debajo y por encima del tobillo lateral, alineación del hueso del talón, convexidad del área de la articulación tobillo-tobillo, arcos longitudinales mediales del pie, aducción/aducción del antepié en relación con el pie trasero). Por cada elemento, el examinado recibe un cierto número de puntos y la suma de los puntos obtenidos permite clasificar el pie en una de las categorías. (Se incluye una descripción detallada de la prueba en el libro electrónico).

En la literatura disponible, hay informes que indican vínculos entre los trastornos de la estructura o función del pie y el impacto potencial en los segmentos superiores. Sin embargo, no existe consenso entre los investigadores y el impacto potencial debe considerarse individualmente. Los investigadores indican que la presencia de un dedo del pie hallux valgus a menudo puede estar asociada con: cambios degenerativos tempranos en la articulación de la rodilla, dolor femororrotuliano, mayor rotación interna en la articulación de la cadera, valores más altos del ángulo Q, mayor valgo valgo en el retropié, disminución de la flexibilidad. de la banda patelofemoral, mayores oscilaciones anteroposteriores del cuerpo y un mayor riesgo de cambios degenerativos en la columna en comparación con un grupo de control. Otra anomalía en el pie que puede resultar en un potencial impacto en los segmentos superiores es la presencia de un dedo límite. Su presencia da como resultado una rotación interna reducida en la articulación de la cadera y un rango de movimiento diferente en el tobillo y la pelvis durante la marcha en comparación con el grupo de control. Por otro lado, las lesiones por esguince de tobillo pueden resultar en problemas relacionados con dolores de columna y rodillas, y la presencia de pie plano muchas veces puede estar asociada con: dolor de rodilla, dolor de columna lumbar y una mayor incidencia de cambios degenerativos en las articulaciones de la cadera. Por tanto, parece crucial cubrir ampliamente al paciente con una evaluación holística. (Ampliación de esta información en forma de tabla incluida en el manual electrónico). A la hora de valorar la alineación de las extremidades inferiores, conviene recordar que la forma de estar de pie y de caminar puede estar condicionada no sólo por disfunciones localizadas en el pie, sino también por la estructura anatómica específica de las extremidades inferiores por encima de las articulaciones del tobillo. Un ejemplo es la anteversión femoral, cuyo tamaño cambia con el crecimiento y alcanza un valor fisiológico de 10°-15° alrededor de los 12 años. En el caso de una anteversión femoral excesiva, tanto la rótula como el pie apuntarán hacia adentro al caminar. Como indica la literatura, la presencia de anteversión femoral excesiva se asocia con un mayor riesgo de lesión del LCA sin contacto. En la situación opuesta, es decir, la retroversión femoral, los pacientes se caracterizarán por el patrón opuesto.


Con esta noticia en mente, intenta mirar la alineación del pie de una manera un poco más amplia considerando el posicionamiento y la influencia de un elemento sobre otro.

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